El viernes pasado nuestro equipo comercial tuvo el placer de visitar la bodega Castell d’Encús y conocer más de cerca el proyecto de la mano de Raül Bobet e Ignasi Pinedo.
El viñedo
Castell d’Encús se encuentra en el Pirineo de Lleida, sus vinos están dentro de la Denominación de Origen Costers del Segre, tiene tres fincas principales situadas en la Vall Fosca (a unos 1200 metros de altura con suelos de pizarra negra), en Santa Engràcia (a unos 1010 metros de altura con suelos franco-argilosos) y en Castell d’Encús (Talarn, donde tienen la bodega, situado a 900 metros de altura, con suelos calcáreos).
Fue en 2001 cuando Raül encontró este maravilloso lugar y, en 2003, plantó la viña. Ya en los primeros años se dieron cuenta de todas las adversidades que suponía tener el viñedo a esa altura: han sufrido tanto granizo, como lluvia y sequía.

Raül Bobet es una persona con muchos estudios y un largo recorrido profesional, tiene un punto de vista global del sector del vino y trabaja comparándose con el resto de regiones vitivinícolas mundiales. Según su punto de vista, las variedades de uva autóctonas no existen, todas las uvas surgieron en la antigua Mesopotamia y, después, en cada lugar se escogieron las variedades que pensaron que serían más oportunas. Él prefiere trabajar con las variedades de uva que se adapten mejor al terreno y climatología, por eso no es de extrañar que entre sus vinos encontremos Albariño, Riesling, Pinot Noir o Semillón.
Historia: los lagares de piedra

Cuando adquirieron la finca de Talarn, ya sabían que en ella se encontraban las runas de un antiguo asentamiento románico habitado por los monjes de la Orden Hospitalaria de San Juan durante los siglos XII y XIV. Aún se podían distinguir la ermita, la iglesia y la cocina. Unos años más tarde, cuando ya habían elaborado las primeras añadas de Castell d’Encús, encontraron los lagares de piedra de vino. Fue entonces, a partir de 2011, cuando decidieron empezar a usarlos para elaborar sus vinos.El proceso de fermentación de algunos de los vinos (como Quest o Taleia Brisat) se realiza en el exterior, en estos antiguos lagares de piedra arenisca que aportan a los vinos unas levaduras propias, es decir, no es necesaria la adición de levaduras seleccionadas. Además, se seleccionan estas levaduras para las fermentaciones que se realizan en la bodega.
Ecología y sulfitos
Entre otras titulaciones, Raül es ingeniero químico y es un gran entendido de los sulfitos. Nos contó cómo afectan los sulfitos a nuestro cuerpo humano y finalmente decretó: «los sulfitos, como todo, son malos en exceso y en falta, hay que añadir una pequeña cantidad para tener resultado óptimo». Taleia Brisat, por ejemplo, es un vino sin sulfitos, pero se han seguido todos los pasos adecuados para que el vino no produzca ningún mal al consumidor.
En cuanto al bienestar medioambiental, Castell d’Encús es una bodega que trabaja una viticultura ecológica, cubierta vegetal y siguiendo el ciclo lunar en el trabajo del viñedo. Raül argumenta que hay muchas técnicas consideradas «ecológicas» que realmente no lo son, como el uso del cobre para prevenir las enfermedades del viñedo, una práctica completamente contaminante. Deben hacerse cambios en las instituciones e investigar nuevas técnicas menos agresivas.
También cuenta con un sistema de geotermia: un proceso por el cual se aprovecha la temperatura del subsuelo convirtiéndola en el frío necesario para la elaboración de sus vinos.

Los vinos de castell d’Encús
Por último, tuvimos el placer de probar sus vinos, tanto los que ya están en el mercado como las añadas que están por venir. Como novedad, este año la bodega va a sacar al mercado el nuevo vino Majjan, elaborado con uva con botrytis y congelada, con una crianza de 8 años, lo que resulta en un vino de 230g/L de azúcar de un estilo parecido a un TBA alemán (Trockenbeerenauslese).
Además, también están investigando con la gama premium Saktih, vinos de producción muy limitada y monovarietales de variedades internacionales como la Chenin Blanc o la Chardonnay.
Todo ello con su estilo de vinos frescos, de buena acidez, elegantes y finos.

Desde aquí, agradecemos muchísimo la atención de Raül e Ignasi y os invitamos a todos a probar sus vinos y visitar sus instalaciones.
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